El riesgo de no hacer nada
No es la primera vez que comentando sobre el modelo de Jubilares alguien, de primeras, responde alguna o varias de estas sentencias:
“Será difícil que la gente se anime a cambiar de casa cuando se hace mayor”
“Qué pereza cambiar de vida, conocer gente nueva…”
“¿Y si sale mal? ¿Y si me canso de ver a los mismos?”
“Con lo bien que estoy en mi casa. Me gusta estar aquí, con mis cosas. ¿Por qué iba a cambiar?”
Estas afirmaciones encierran un pensamiento subyacente: “hacer es más peligroso que no hacer“. Gran error. Vivir es un riesgo, y tener previsión exacta de lo que va a ocurrir haciendo (o dejando de hacer) algo es una quimera.
Los riesgos de una vida en un jubilar son reales, no vamos a negarlo. Tan reales como los que existen al mudarse de casa, al tomar un…
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